jueves, 10 de julio de 2008

Un millón de burbujas de champan

No puedo ni imaginar los miles de brindis que a lo largo de estos días venideros recordarán a Sergio, pero sí que puedo imaginar que todos ellos se harán con el corazón supurando cariño, todo el cariño del mundo.
A lo largo de 20 años de amistad compartí tantísimos momentos inolvidables con él que nunca se los podré agradecer lo bastante y, triste decirlo, quizás nunca se los agradecí.
Nunca me introduje mucho en su literatura, a pesar de que, ante todo, Sergio se consideraba escritor. Mi madre solía decirme al leer sus artículos, "hijo, qué cosas más raras escribe este Sergio...".
A mí lo que siempre me apasionó era su capacidad para la música: su misteriosa forma de componer, y, como a todos, esas letras inigualables.
Compartí y competí, con mucho gusto, su corrosivo sentido del humor, pero nunca alcancé (y por intentarlo no quedó) su especial visión de la realidad, esa que te permite convertir las cosas más pequeñas en auténtica psicodelia colorista.
Recientemente liberados de su última discográfica, habíamos retomado la senda de trabajar juntos como años atrás preparando nuevos conciertos y nuevo disco, "estoy con un amigo montando samplers y cosas de baile, por ahí irá la cosa, ya te iré enseñando lo que salga", creo que es lo último que escuché de su boca.

Lo imagino ahora mismo paseando rodeado de un millón de burbujas de champan, con música de Serge Gainsbourg y preguntando dónde está Syd Barrett ( y de paso dónde está Jane Birkin, claro).

Gracias, Sergio.

9 comentarios:

Servicios discográficos dijo...

escribir no es lo mío, Sergio...lo sabes.

Anónimo dijo...

Gracias a Sergio por tantos buenos momentos, tantas buenas canciones y gracias a ti Pedro por apostar por El niño gusano en su momento.

Ahora... feliz, feliz.

Anónimo dijo...

Ayer tocamos Angel Guarda.Escribes muy bien Pedro.
eladio

Pedro dijo...

Adiós a nuestro gran capitán.

Burbujas a su salud.

Anónimo dijo...

En nuestro podio Sergio será siempre el primero. Tuve la oportunidad de disfrutar en persona en alguna ocasión de su humor y ocurrencias, pero sobre todo el privilegio de emocionarme con su música. Hasta siempre.

Anónimo dijo...

Fermín Biscuit dice:
Un abrazo a nuestros amigos al otro lado del Meridiano de Greenwich. Biscuit compartió muchas cosas con El Niño Gusano y Sergio siempre estará detrás de este recuerdo. Hasta pronto. Otro abrazo.

Anónimo dijo...

pedro, lo sentimos un montón en lo que te toca que es bastante evidentemente. A Sergio no se le olvidará. Y tú apostaste por él.
Dehra Dun lo lamentamos un montón y en el myspace de valladolindie he abierto un blog hablando de sergio y de la vinculación con valladolid donde disfrutamos de él un montón de veces...que duda me cabe de que sergio es una influencia tanto para nosotros como para unos cuantos a los que les gustan los talentos más personales.
hay que joderse. rob dehra dun

Anónimo dijo...

Por siempre en deuda. Y como dice la canción

"Y ya verás que el fin pondrá a cada cual en su lugar.
No hay ensayo ni hay error, condenados a andar,
condenados a nadar, y sin ropa que guardar,
y sin nada que ganar."

Besos a todos los que habéis hecho posible la increíble música de esta gran persona, sensible, sabio, querible..

isa

isa

L.V. dijo...

SE FUE UNO DE LOS GRANDES...

TRISTEZA, CARIÑO... Y UN GRAN LEGADO PARA ADMIRAR, PARA RECORDAR,
PARA ENSEÑAR A LOS DEMÁS...
PORQUE HAY QUE PRESUMIR DE SERGIO,
DE UN GENIO SIN IGUAL,
DE UNA FIGURA IRREPETIBLE EN NUESTRO PANORAMA MUSICAL Y LITERARIO,
UNA RARA AVIS
QUE SERÁ LEYENDA.


un fuerte abrazo a todos.
y mucho ánimo.